SEGUIMOS EDUCANDO EN IGUALDAD.

Este curso 2020-2021, la Red de Hombres por la Igualdad de Granada, ha retomado su presencia formativa en los centros educativos de secundaria, tanto en la provincia de Granada, como en la de Jaén, con alumnado mixto.

Hasta ahora, hemos tratado las masculinidades diversas; la gestión emocional; los micro-abusos y los micromachismos, tan presentes en nuestra sociedad. La experiencia está volviendo a ser muy positiva y hay buena acogida y respuestas por parte del alumnado y el profesorado asistente.

Volvemos a sentir y percibir que, por lo general, las chicas están mucho más dispuestas y receptivas a todos los mensajes y actividades planteadas que los chicos. Los chicos, sin embargo, incluso a través de sus resistencias, empiezan a comprender y aceptar algunas cuestiones si se les dan oportunidades de reflexionar sobre ellas.

Seguimos experimentando que faltan momentos y lugares para que el alumnado sepa debatir, reflexionar, compartir y descubrir tanto en los IES como en otros espacios (familiar, social, de ocio, etc.). Continuamos pensando que falta trabajar con los chicos de forma segregada para propiciar que empiecen a cuestionarse muchos aspectos de la socialización masculina, sobre los mandatos de género, los privilegios y los costos que conlleva. Así como los usos de las violencias integradas en sus interrelaciones, las desigualdades, la falta de empatía, etc. Siempre a través de actividades y dinámicas participativas.

En todos estos grupos es más importante dirigirse a quienes no se manifiestan, a quienes no opinan, a quienes no quieren confrontación. Ya que siempre hay unos pocos que interrumpen y toman la palabra y se hacen con el protagonismo para llevar a su terreno sus formas de entender la sociedad, sus privilegios y las desigualdades para que nada cambie y seguir manteniendo un status no ganado, pero del que siguen disfrutando.

A estos chicos y chicas que no se manifiestan, que no se enfrentan a quienes defienden privilegios y desigualdades, es a quienes tenemos que dirigirnos, a quienes tenemos que favorecer para que entiendan las diversas situaciones que existen. Que entiendan que la empatía es necesaria para convivir y empezar a construir una vida personal y social más igualitaria.

Acabamos recordando que también estamos esperanzados en que el cambio hacia la igualdad es posible, de forma lenta, pero imparable. Seguiremos insistiendo en mejorar las todo lo que esté en nuestra mano, sobre todo, en lo que concierne a las masculinidades.

Delfines en el Acuario

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