CÓMO LOS PLANES MUNICIPALES SIRVEN AL MEDALLERO POLÍTICO.

El 12 de Febrero del pasado 2021 publicaba en este blog un artículo referido al Plan Estratégico Municipal del Ayuntamiento de Granada, diseñado para velar por los derechos y la dignidad de las personas LGTBI!Q+ y sus familias, y conocido por sus siglas como el PEDAS. Además de los breves datos identificadores del plan, decía que el entonces concejal de Asuntos Sociales (Cs), y su equipo técnico, tenían buenas palabras e intenciones hacia la ejecución del PEDAS, frenado en su arranque por el COVID. Hoy puedo decir con toda tranquilidad que creerles fue una ingenuidad por parte de las asociaciones que formamos parte del diseño y seguimiento del plan, pues la única verdadera intención que había era la de utilizar el plan con objetivos políticos, algo que queda reflejado en todo lo que ejecutaron del plan: nada.

El pobre PEDAS, además del COVID, se enfrentó a las barreras institucionales propias de un gobierno que no lo “parió”, pues fue aprobado en el último pleno municipal de un gobierno socialista, y las elecciones colocaron al PP y Cs (ambos partidos lo habían votado), como responsables de la ejecución de ese mandato ciudadano. En consecuencia, los años 2019, 2020 y parte del 2021, pasaron por el PEDAS con mucha pena y ninguna gloria.

Quedaba todo por hacer cuando llegó a la Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de nuestra ciudad (gracias a una moción de censura), la madre biológica del PEDAS el PSOE. Llegaron de nuevo las buenas palabras e intenciones referidas a la ejecución de dicho plan, esta vez acompañadas de mayor ilusión pues, las asociaciones, volvíamos a creer en que la coherencia y la profesionalidad existen. Sabíamos que el reto no era menor en la medida en que las esferas política, técnica y el tejido asociativo local, tenían que coordinarse para “correr” en la ejecución de un ambicioso plan, con cinco líneas de trabajo, y gran cantidad de intervención en un cruce de colaboraciones de áreas municipales y asociaciones, que cambiaría en buena medida, para mejor, la vida de las personas LGTBIQ+ de la ciudad, y con ello el modelo de ciudad. Hoy, siete meses después, en el supuesto de que el plan haya arrancado, las asociaciones sentimos que lo hizo sin quienes contribuimos con tiempo, experiencia y conocimiento, en su diseño.

Sin entrar en “dimes y diretes” (pues no es mi intención aburriros), sí pondré en evidencia algunos puntos que considero de perogrullo, y cuya ignorancia por parte de todo un equipo político y técnico municipal, no dejan de sorprenderme: 

  • No puede lanzarse un Plan Estratégico Municipal sin una estructura que lo sustente. Si no hay una responsabilidad clara en cuanto a liderazgo, no hay unos presupuestos claros, no hay una mesa técnica con responsables de las distintas áreas implicadas, y un Consejo Municipal LGTBIQ+ constituido por las asociaciones locales (con la responsabilidad, no de la ejecución del plan, sino de su seguimiento) ¿Cómo podemos pretender que este barco llegue a buen puerto?

 

  • Tampoco tenemos consensuados los instrumentos de colaboración básicos para el desarrollo eficiente de un trabajo conjunto. Hablo de subproyectos con metas y objetivos claros para cada línea de trabajo del plan. Hablo de fichas de actividad donde se refleje por ejemplo: actividad a realizar, responsable principal, quiénes colaboran, calendario con deadlines, recursos indispensables, evaluación de la acción.

 

  • Nuestra visión (la de las tres esferas, la política, la técnica y la asociativa), es excesivamente limitada a NUESTRAS realidades, intereses y objetivos institucionales. No conseguimos tener una mirada abierta y amplia (dos cosas distintas) que aterrice en los objetivos del plan, que son los focos que deberían iluminar nuestro camino, no NUESTROS ombligos.

 

  • No entendemos la palabra COLABORACIÓN, mucho menos las imbricaciones y complejidades que encierra en un contexto de trabajo concreto. Esto hace que del problema al conflicto se escale rápidamente, y siempre con la característica común, de que todas tenemos el judeocristiano dedo de la culpa levantado para apuntar a las demás, acusándolas del 100% del fracaso de lo que acontece. Se minan así las relaciones,y se consigue el hartazgo, sobre todo de quienes no “comemos” de esto.

 

  • No nos enteramos de que “las palabras se las lleva el viento”, que organizar y planificar necesita de papel (instrumentos), habida cuenta que unas entienden “esto”, las otras interpretan “aquello”, otras no dijeron “nada”, mientras otras escuchan poco…, y la “casa sin barrer”. La comunicación es fundamental, y ha de ser técnicamente liderada por una persona que sepa lo que tiene entre manos, no que actúe de manera intuitiva.

 

  • Y última perogrullada, aunque no menos importante: la coordinación no corresponde a las asociaciones, sino a quienes promocionaron el Plan y así lo presentaron a los medios, otorgándose el mérito de dicho liderazgo. Ahora queda llevarlo a cabo, y hacerlo correctamente.

En definitiva, una ciudad que como, ante nuestro asombro, se nos ha anunciado mismamente esta semana, formará parte de la RED DE CIUDADES ORGULLOSAS, debería cuando menos, saber organizar los zapatiestos en los que ellos mismos se meten. En el papel y frente a las cámaras todo queda genial, pero no podemos olvidar que generar expectativas que no son satisfechas solo contribuye a la frustración de quienes, además de nuestras familias, y nuestros trabajos, altruistamente estamos luchando por nuestra dignidad y derechos.

Que las asociaciones aprendamos a superar las barreras institucionales no es uno de los objetivos incluidos en el PEDAS. Por favor, señores y señoras del universo político de la ciudad de Granada, (incluyendo a la oposición a la que se la espera en este culebrón desde hace tiempo), tenemos una amenaza en las puertas llamada VOX, tenemos un modelo de ciudad ORGULLOSO de colocar una bandera de un equipo de fútbol en el balcón del Ayuntamiento, y acojonado de colgar los colores del Arco Iris, tenemos todo un señor Plan Estratégico Municipal aprobado por unanimidad y sin hacer; tenemos a doce asociaciones LGTBIQ+ locales cabreadas …, ¿cabe un poquito de autocrítica?

Hagamos todas borrón y cuenta nueva a cambio de que ustedes pongan algo de más interés y mejor competencia a cargo del liderazgo que les corresponde. De lo contrario abandonemos el PEDAS porque hasta ahora estamos consiguiendo hacer un pan como unas tortas, y ya les digo que, más de lo mismo, para nosotras, las asociaciones clara y mayoritariamente representativas de la ciudadanía LGTBIQ+ de la ciudad, esta dinámica de trabajo no es sostenible. No estamos aquí para que ustedes capitalicen nuestro trabajo, y sí para aplaudir el suyo, siempre que lo hagan en condiciones.