MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

La violencia de género, la violencia machista, es una escandalosa realidad que afecta a toda la sociedad. Es el claro síntoma de que algo no está bien, de que algo no marcha. Es la evidencia diaria de nuestras propias contradicciones personales y del sistema patriarcal, social y político. Sus consecuencias son Manifiesto contra la violencia machistaterribles; miles, cientos de miles de mujeres viven subyugadas y atemorizadas ante una continua situación de terror físico y/o psicológico en sus hogares y entorno más próximo. Decenas de mujeres mueren asesinadas cada año, en nuestro país, a causa del sexismo, el miedo y el odio de los hombres. Con un  tradicional desprecio a las mujeres, desde la supuesta superioridad masculina y el miedo a la libertad y autonomía de las mujeres.

La violencia machista, es de las situaciones más graves, por injusta y por extendida, que sufre nuestra sociedad. Sorprendentemente, los causantes de estos asesinatos, violencias y malos tratos, no son personas ajenas, extrañas a las víctimas. El problema tiene su origen, en el entorno más cercano de estas mujeres y por quienes dicen amarlas; son sus maridos, novios o parejas los que maltratan a las mujeres que, supuestamente, más quieren. Son los hombres cercanos los que provocan tanto dolor, en su gran mayoría, amables y reconocidos en el vecindario.El comienzo de esta violencia hay que buscarlo en querer seguir manteniendo una situación de superioridad, un estatus de privilegio con respecto a la mujer. En la incapacidad de una buena parte de los hombres para adaptarse a los cambios para avanzar  hacia una sociedad más igualitaria, basada en el respeto mutuo. Hay demasiados hombres que ante una situación que no son capaces de asimilar, sólo saben reaccionar con actos violentos, y malos tratos contra las mujeres

Los asesinos, agresores, aunque muy numerosos, es verdad que no son, ni mucho menos, la mayoría de los hombres. No dejan de ser los casos extremos, pero… ¿y el resto? ¿Dónde estamos y qué hacemos el resto de los hombres?. Hay que decir alto y claro que la violencia es posible porque el resto de los hombres mantenemos algún tipo de complicidad y cierta tolerancia hacia ella. Ya sea por miedo, por egoísmo, por rencor o por una malentendida solidaridad masculina, lo cierto es que muchos de nosotros no hacemos lo suficiente para acabar con la violencia de género. Lo cierto, es que muchos de nosotros,sencillamente, no hacemos nada. Si los maltratadores se encontraran con un rotundo no, con un contundente rechazo social, especialmente por parte del resto de los hombres, la violencia de género machista, se reduciría considerablemente.

Cada gesto, actitud, chiste o comentario peyorativo y discriminatorio contra las mujeres, aumenta la permisividad y abre el camino hacia los malos tratos de todo tipo. Así llegamos a la cuestión clave: ¿Te has parado a pensar si puedes hacer algo más, de lo que haces, para luchar contra la violencia machista? Esta es la pregunta que lanzamos a los hombres. La mayoría, hasta ahora, nos hemos limitado a contemplar desde la distancia este gravísimo problema, sintiéndonos libres de culpa y pensando que bastaba con no ser nosotros los maltratadores. Pero eso no es suficiente, pues EL SILENCIO NOS HACE CÓMPLICES DE LA VIOLENCIA. Ha llegado el momento de dejar atrás todas las excusas, los inconvenientes, los miedos, las reticencias, las comodidades. Es la hora de actuar. Los hombres no podemos seguir permaneciendo ocultos, pretendiendo no tener responsabilidad moral ante las víctimas. Debemos alzar nuestra voz y hacer llegar a la sociedad un claro mensaje de rechazo absoluto de las raíces de la violencia, negando cualquier razón que la justifique. No hay excusa posible. Los hombres violentos han de saber que sus actuaciones son inaceptables y que nos estamos movilizando contra ellos. Lanzamos desde aquí una petición a todos los hombres: os pedimos que no miréis a otro lado,que no sigáis tolerando en vuestro entorno ninguna situación de violencia, comentarios, sexismo o discriminación hacia las mujeres. Es nuestra responsabilidad actuar allí dónde se dé o se prepare el horror. Denunciemos aquellos casos que conozcamos y apoyemos, sin ninguna duda, a las víctimas pues necesitarán de toda nuestra ayuda. ¡Hacedlo por ellas y por vosotros!

ANIMAMOS E INVITAMOS A TODA LA SOCIEDAD, Y ESPECIALMENTE A LOS HOMBRES A PARTICIPAR Y ASISTIR A TODOS LOS ACTOS QUE SE CELEBRAN EL 25-NOVIEMBRE (DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES)

ES NUESTRA LA RESPONSABILIDAD. EL SILENCIO NOS HACE CÓMPLICES DE LA VIOLENCIA

EXIGIMOS MÁS RECURSOS EN PREVENCIÓN Y FORMACIÓN PARA ERRADICAR ESTA LACRA

RED DE HOMBRES POR LA IGUALDAD DE GRANADA– 21 OCTUBRE 2014

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