Le GRAND BAIN (2018) DE GILLES LELLOUCHE.

 

Este jueves 17 de febrero a partir de las 19:30 horas, os esperamos en el Cinefórum online organizado por el Espacio de Hombres por la Igualdad de Jaén, en el que colabora Ahige Andalucía y nuestra Red de Hombres por la Igualdad de Granada.

Esta vez abordamos un film de 2018 del director francés Gilles Lellouche, Le grand bain (El gran baño).  

Antes de adelantaros algo de la trama, hay que decir que resulta curioso como esta comedia recupera un poco el tono de Full Monty (1997) del director británico Peter Cattaneo, donde tras el cierre de una fábrica, uno de los obreros con su grupo de amigos, tras ver tambalearse su rol de proveedor, deciden realizar un espectáculo de striptease. Una de las míticas películas que abordan la crisis identitaria de la masculinidad tradicional de finales del siglo XX. Quizá por la suerte del momento.

En este caso Gilles Lellouche, apuesta por recuperar esa crisis para plasmarla en su film a través de Bertrand (Mathieu Amalric), uno de los protagonistas. Él será el encargado de visibilizar una depresión motivada por la crisis de la mediana edad que le lleva a tener una vida monótona después de dos años sin empleo que calma a base de antidepresivos. Esto cambia cuando se entera de que la piscina municipal está reclutando nuevos miembros para integrar un grupo masculino de nadadores amateurs para practicar natación sincronizada. Inmediatamente se une y conoce a un grupo de hombres que serán quienes le acompañen a lo largo de la película.

Ahora tenemos un equipo de natación sincronizada, formado por Laurent (Guillaume Canet), un gerente de fábrica que tiene que lidiar con problemas de familia; Marcus (Benoit Poelvoorde), cuya empresa comercial está al borde de la quiebra; Simon (Jean-Hugues Anglade), un roquero en decadencia, y Thierry (Philippe Katerine) quien tuvo una infancia complicada; y Avanish (Balasingham Tamilchelva), Basile (Alban Ivanov) y John (Félix Moati).

dirigido por Delphine (Virginie Efira), una peculiar entrenadora alcohólica que no logra sacarles mucho partido hasta que se incorpora Amanda (Leila Bekhri), una mujer bastante disciplinaria (incluso de más), que les llevará a participar en el Campeonato Mundial de Natación Sincronizada. 

La película en sí, es un desafío a los estereotipos, presentando masculinidades vulnerables y mujeres fuertes que, aun sirviendo al cometido de la trama, no deja de ser un posicionamiento binarista y muy trillado de confrontación sexo genérica. Pero, a pesar de ello, consigue dejar un claro sentimiento de compañerismo y amistad como terapia revitalizadora. Un mensaje que se deja entrever a través de la convivencia diaria de los integrantes de este peculiar equipo y que sin duda, merece la pena que desgranemos juntos en este encuentro.

¡Os esperamos aquí!